Condena a Uribe podría ser el inicio de un acuerdo nacional, dice Cepeda

A pocas horas de conocerse el fallo que definirá el futuro judicial del expresidente Álvaro Uribe Vélez, el senador Iván Cepeda considera que, más allá del veredicto, Colombia podría estar frente a una oportunidad histórica para avanzar hacia la reconciliación y el fortalecimiento de la democracia.

Este lunes, la jueza 44 penal del circuito, Sandra Heredia, dictará sentencia en el caso que se adelanta contra Uribe por los delitos de fraude procesal y soborno en actuación penal, ambos en concurso homogéneo, además de soborno simple, en calidad de determinador. Se trata de un proceso judicial que ha captado la atención del país desde hace más de una década y que, para muchos, marca un antes y un después en la historia política reciente.

El caso se remonta al año 2012, cuando Iván Cepeda, entonces representante a la Cámara, presentó en un debate parlamentario testimonios que vinculaban a los hermanos Álvaro y Santiago Uribe Vélez con la creación de un grupo paramilitar en la hacienda Guacharacas, Antioquia. Lo que siguió fue una larga batalla judicial, en la que el expresidente denunció penalmente a Cepeda, dando origen a un proceso que ha sido calificado como el “juicio del siglo”.

En entrevista, Cepeda expresó que vive esta etapa con “tranquilidad y convicción”, afirmando que el objetivo nunca ha sido la venganza, sino que se conozca la verdad: “La justicia no puede asumirse por mano propia. Las víctimas merecen verdad, reconocimiento y justicia”, insistió.

El senador hizo un repaso por los hechos que alimentaron el proceso judicial: desde los orígenes del Bloque Metro en zonas rurales de Antioquia, su supuesta relación con las Convivir y la supuesta conexión de Uribe con personas cercanas al narcotráfico y al paramilitarismo. Según Cepeda, a lo largo de los años ha recogido pruebas y testimonios que permiten hablar de nexos sistemáticos entre sectores del poder político y estructuras ilegales de violencia.

En ese sentido, manifestó su disposición al diálogo, incluso con el propio expresidente Uribe: “Sí me sentaría a conversar con él. A lo largo de estos años he aprendido a tejer diálogos con sectores que han estado en la orilla contraria. Mi disposición siempre será al diálogo”.

Para Cepeda, una eventual condena no debe interpretarse como una revancha política, sino como una ocasión para construir. “Podría ser un punto de inflexión para iniciar una nueva etapa en la historia del país, una oportunidad para pensar en un acuerdo nacional”, afirmó, y planteó que incluso se podrían explorar caminos de justicia restaurativa.

También resaltó la labor de la jueza Sandra Heredia, a quien calificó como “rigurosa, imparcial y comprometida con los derechos de todas las partes”, descartando que elementos externos como la opinión pública o presiones políticas puedan influir en su decisión.

Frente al argumento de la defensa de Uribe, que sostiene que fue víctima de un “entrampamiento”, Cepeda fue enfático: “Decir que Uribe no sabía lo que hacían sus abogados contradice su estilo de liderazgo, donde nada se mueve sin que él lo sepa”.

El senador no ocultó la dureza del proceso que ha enfrentado durante más de diez años, pero también expresó que ha sido una experiencia que reafirma su compromiso con la justicia, la memoria y los derechos humanos: “Ha sido una defensa digna de mi integridad, de la justicia y de las víctimas. En Colombia, un sector influyente del poder judicial ha demostrado que sí es posible hacer justicia incluso frente a los más poderosos”.

La decisión de este lunes marcará no solo el destino de un expresidente, sino también el rumbo de un país que aún busca saldar cuentas con su pasado de violencia y construir bases sólidas para una convivencia democrática.