
Por: Ali Said Márquez Márquez
«Cuando retomé la conciencia vi que estaba atrapada entre las barandas del bus. ¡Auxilio, ayúdennos! Escuché que gritaban muchas personas».
Era un 19 de octubre de 2021, cuando el reloj marcaba alrededor de las cinco de la tarde, los medios de comunicación de todo el país ya habían cubierto la noticia: «Tres muertos y más 30 heridos dejó choque de un bus y una tractomula en carretera de Bolívar», tituló por ejemplo e inmediatamente en su plataforma virtual la emisora Blu Radio.
El hecho se presentó a pocos metros del puente de Gambote, sobre el Canal del Dique, el vehículo, en el que viajaban habitantes de los municipios de Turbaco, Arjona y Mahates, fue envestido por una tractomula que, según reporte policial, invadió el carril contrario.

Las víctimas, en su mayoría de Mahates, un municipio colombiano del departamento de Bolívar, ubicado en las llanuras del Canal del Dique, cayeron al vacío quedando a muy poca distancia de una corriente acuática correspondiente al Río Magdalena.
En el hecho fallecieron cinco personas, entre ellas el conductor del bus, Edwar Galarza.
Yulissa Paola Rivera, la mujer de la foto, venía ahí y su relato es, según ella, un testimonio real del amor de Dios.
«Estaba lloviendo bastante, yo estaba con una tía y mi mamá sentada en la parada de la tienda Ara de Arjona. Esperábamos que pasara un bus que nos trajera a Mahates, pero ese día tardó más de lo normal. Me alegré cuando vi la buseta» expresó la sobreviviente.
«El cobrador se bajó y nos pidió que nos moviéramos, que el tiempo venía maluco, así que nos embarcamos en los asientos del medio; conversé durante un tiempo con el señor que venía a mi lado, mi mamá, detrás mío, estaba muy pendiente de mí y de mi bebé, en ese momento yo tenía ocho meses de embarazo. De un momento a otro empezamos a dar vueltas». Agregó.
El 24 de diciembre de 2024, el mismo día que nació Jesús, Emmanuel, el bebé de Yulissa, cumplió3 años de nacido. A pesar de haber sufrido también los golpes del lamentable accidente, llegó al mundo sin ningún tipo de traumas en el hospital local de Mahates.
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Hoy crece junto a sus tres hermanitos (todos varones), quienes lo contemplan tal cual fuera el mesías. Entre tanto, su abuelita, la señora Sara Helena, asistía a terapias debido a los golpes que recibió en las rodillas.
Emmanuel, nombre que traduce «Dios con nosotros», es un milagro de salvación en medio del infortunio.
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