
El congresista del Pacto Histórico, David Racero, figura destacada en la promoción de la reforma laboral impulsada por el gobierno de Gustavo Petro, enfrenta una serie de escándalos que han generado controversia en el ámbito político colombiano.
Condiciones laborales cuestionables en negocio familiar
Recientemente, el periodista Daniel Coronell reveló audios en los que se escucha a Racero ofrecer un empleo en su negocio familiar, un fruver, bajo condiciones que contravienen la legislación laboral colombiana. En los audios, el congresista describe una jornada laboral de 13 horas diarias, seis días a la semana, sin prestaciones sociales y con un salario mensual de un millón de pesos colombianos. Estas condiciones superan la jornada máxima legal de 48 horas semanales y omiten la obligación de afiliación a la seguridad social.
Racero reconoció que las conversaciones corresponden al año 2020, durante la pandemia, y que el negocio ya no está en funcionamiento. Sin embargo, calificó la divulgación de los audios como una intromisión en su vida privada y sugirió que forman parte de una campaña para desacreditar la reforma laboral que promueve.
Presunto uso indebido de recursos públicos
Adicionalmente, se han filtrado chats y audios que indican que Racero habría utilizado a su conductor, Leonardo García, quien forma parte de su Unidad de Trabajo Legislativo (UTL), para labores relacionadas con el fruver. En los mensajes, García informa al congresista sobre las ganancias diarias del negocio y la necesidad de resurtir productos, lo que sugiere que realizaba tareas vinculadas al manejo del establecimiento comercial.
Racero negó que García trabajara en su negocio, indicando que simplemente lo acompañaba y que en alguna ocasión pudo haber ayudado a levantar alguna caja. Sin embargo, los mensajes muestran que el asistente también manejaba las finanzas del minimercado.
Investigaciones por presunto clientelismo en el SENA
El congresista también enfrenta investigaciones por presunto clientelismo en el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA). Se han divulgado conversaciones en las que Racero discute con Jorge Londoño, entonces director del SENA, sobre la asignación de cargos dentro de la entidad. En las conversaciones, se menciona la posibilidad de nombrar a personas afines al congresista en puestos clave, incluyendo a su tío, José Luis Mayorca.
La Procuraduría General de la Nación anunció la apertura de una investigación preliminar contra Racero y otros funcionarios implicados. La entidad indicó que las conversaciones sugieren que «estarían estableciendo la manera de vincular personal y analizando la posibilidad de un concurso amañado, entre otras acciones».
Reacciones y consecuencias políticas
El escándalo ha generado reacciones en diversos sectores, quienes han señalado al congresista de ser un «hipócrita» al contradecir con sus acciones las políticas que defiende el ‘Gobierno del Cambio’. El ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, afirmó que estas prácticas reflejan los problemas estructurales que la reforma laboral busca corregir.
Además, el Consejo de Estado admitió una demanda que busca la pérdida de investidura de Racero por el presunto uso indebido de recursos públicos al emplear a miembros de su UTL en actividades privadas. El alto tribunal analizará si el congresista incurrió en la utilización indebida de recursos públicos por estos hechos.
Racero ha manifestado su disposición a cooperar con las autoridades competentes para esclarecer cualquier duda sobre las acusaciones en su contra. Sin embargo, insiste en que la filtración de las conversaciones es parte de una estrategia malintencionada para desacreditarlo públicamente.
infobae
Este caso ha puesto en entredicho la coherencia entre el discurso político y las acciones personales de los representantes del Pacto Histórico, generando un debate sobre la ética y la transparencia en la función pública.