
Emanuel Cantillo Osorio tenía apenas 12 años y un sueño tan noble como su corta edad: quería ser ingeniero para poder “arreglar cosas” y ayudar a su mamá. Ese anhelo se apagó este domingo cuando una descarga eléctrica lo alcanzó al conectar un ventilador en su vivienda, minutos después de restablecerse el servicio de energía tras una tormenta.
Los hechos ocurrieron en la vereda Loma Roja, corregimiento de Los Limones, zona rural de Pueblo Nuevo, Córdoba. Una tormenta eléctrica había dejado sin luz a la comunidad por varias horas. Cuando la energía volvió, Emanuel intentó conectar un ventilador para mitigar el calor, sin imaginar que un rayo había impactado el techo de zinc de su casa. El contacto con la corriente eléctrica fue fatal.
El estruendo del rayo fue seguido por la explosión de un transformador cercano. Luego, el silencio. Uno que dejó un vacío profundo en su familia y en toda la comunidad, que hoy llora la partida de un niño alegre, inteligente y servicial.
“Siempre hablaba de estudiar para ayudar a su mamá. Era un niño especial”, dijo una vecina entre lágrimas.
Su madre, de escasos recursos, enfrenta ahora el dolor de su ausencia y la preocupación de no tener cómo cubrir los gastos del sepelio. La comunidad, solidaria en medio del dolor, ha pedido apoyo urgente a las autoridades municipales y departamentales, no solo para darle una despedida digna, sino para evitar que tragedias como esta sigan ocurriendo en zonas donde la infraestructura eléctrica y las viviendas no ofrecen condiciones seguras.
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Emanuel solo quería conectar un ventilador. No sabía que el destino le tenía preparada una despedida tan prematura como injusta.
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