La búsqueda de justicia comienza para las familias de las víctimas del derrumbe ocurrido en la discoteca Jet Set, en Santo Domingo, la madrugada del pasado 8 de abril. Dos de las familias afectadas presentaron una demanda formal contra los dueños del establecimiento, responsabilizándolos por homicidio involuntario y negligencia grave en el manejo estructural del local.
La querella también incluye al Estado dominicano y a la Alcaldía del Distrito Nacional, acusándolos de omisión y falta de control sobre las condiciones del lugar, que habría mostrado signos de deterioro desde hace tiempo. Según los denunciantes, la discoteca —con más de 50 años de historia— presentaba grietas, filtraciones y cargas indebidas en el techo, lo que contribuyó al colapso fatal.
Las víctimas, Virgilio Rafael Cruz Aponte y Rauny Cedano, fallecieron cuando el techo colapsó en medio de una noche de fiesta. Otros asistentes sufrieron heridas físicas y emocionales que, según la denuncia, dejaron secuelas permanentes.

Los familiares piden a las autoridades que se imponga prisión preventiva a los responsables, incluyendo a Antonio Espaillat López y Ana Grecia López, accionistas de la empresa propietaria del local, por el riesgo de fuga y posible manipulación de pruebas. También solicitan una indemnización por daños materiales y morales, y que se levante el velo corporativo para atribuir responsabilidades directamente.
El abogado de las familias, Félix Portes, afirmó que esta acción busca sentar un precedente claro sobre la responsabilidad de los empresarios y del Estado en la prevención de tragedias evitables como esta.