
Después de un año y un mes de gestión, el alcalde de Tolú, Wilmer Pérez Pérez, tomó una decisión que impacta la vida nocturna y el orden público del municipio: la prohibición del uso de picós en los barrios hasta nueva orden.
La medida, establecida en el Decreto 030 de 2025, responde a las constantes quejas de la comunidad, que señalaba el uso descontrolado de estas amplificaciones de sonido en distintos sectores. Aunque la situación se había discutido en el Concejo Municipal de Tolú, la determinación final se tomó tras el Consejo de Seguridad del 27 de enero, donde se analizó su impacto en la convivencia ciudadana. También puedes leer: Tolú tendrá una planta para producir aluminio verde con tecnología sostenible
“Esperamos que esta medida se mantenga por meses, porque ya ese ruido nos cansó. Con la Semana Santa cerca, si se permiten estos bailes, el desorden será el de siempre”, afirmó un líder comunitario que prefirió el anonimato por temor a represalias.

¿Cómo impacta esta decisión en Tolú?
La prohibición de los picós genera opiniones divididas: mientras algunos celebran la decisión como un alivio para la tranquilidad del municipio, otros cuestionan cómo afectará a quienes organizaban estos eventos. Por ahora, la Alcaldía mantiene firme la restricción, con la incógnita de si esta será una solución definitiva o solo un respiro temporal para la comunidad.


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